Aprendiendo a aprender se aprende a enseñar
En la búsqueda constante por mejorar la calidad educativa y cerrar la brecha de aprendizaje en países en desarrollo, un estudio reciente destaca por su enfoque innovador y resultados prometedores. En este post, exploramos las claves del éxito de una intervención en Uganda que no solo cambió la manera en que los docentes enseñan, sino que también demostró un impacto significativo en el rendimiento del alumnado.
La crisis de aprendizaje y la necesidad de innovación pedagógica
Durante décadas, la educación en países en desarrollo ha enfrentado el reto de grandes brechas de aprendizaje, a pesar de los avances en la asistencia del alumnado. Un estudio llevado a cabo en Uganda aborda esta problemática desde la raíz: la metodología de enseñanza (Nourani, V., Ashraf, N., & Banerjee, A., 2023). Tradicionalmente centrada en la memorización, la pedagogía tradicional ha demostrado ser insuficiente para equipar al alumnado con las habilidades y conocimientos necesarios para prosperar en el siglo XXI.
Aprender a enseñar, aprender a aprender
La intervención en Uganda, titulada «Preparación para la Acción Social» (PSA), propuso una revolución pedagógica al capacitar a los docentes en el enfoque de «aprender a aprender«. Este método, inspirado en la metodología científica, anima a los docentes y alumnos/as a formular preguntas precisas, desarrollar hipótesis y utilizar evidencia y datos de la vida cotidiana en el proceso de aprendizaje. El resultado fue una notable mejora en la pedagogía y, lo más importante, en el rendimiento del alumnado, con tasas de superación de materias que aumentaron significativamente, situando al programa en el percentil superior de intervenciones educativas evaluadas rigurosamente (Nourani et al., 2023).
Desarrollo de capacidades científicas y entendimiento conceptual
La capacitación no solo se enfocó en cambiar la dinámica del aula, sino también en enriquecer las capacidades científicas y el entendimiento conceptual de los docentes. Al adoptar un enfoque más exploratorio y práctico, los profesores aprendieron a utilizar un lenguaje preciso, observar y describir el mundo con mayor claridad, y diseñar experimentos para probar hipótesis. Este enriquecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje fomenta una educación más integral y profunda, preparando a los alumnos para enfrentar desafíos complejos con creatividad y pensamiento crítico. Qué curioso, guarda una relación directa con la aplicación de Lean Startup que hacemos en el aula desde hace unos años, y del que me siento orgulloso de ser precursor.
Hacia una cultura de aprendizaje basada en la exploración
El éxito de la intervención subraya la importancia de una cultura de aprendizaje basada en la exploración y el descubrimiento. En lugar de posicionar al docente como la única fuente de conocimiento, el enfoque promueve un ambiente donde alumnos y docentes colaboran en el proceso de aprendizaje, favoreciendo un entendimiento más profundo y aplicable del material. Este cambio paradigmático no solo mejora la retención del conocimiento, sino que también prepara a los alumnos para ser aprendices autónomos y resilientes.
La intervención educativa en Uganda ofrece valiosas lecciones sobre el poder de la innovación pedagógica para transformar la educación en países en desarrollo. Al centrarse en el desarrollo de habilidades de «aprender a aprender», la capacitación de maestros en Uganda demuestra que es posible cerrar la brecha de aprendizaje y preparar a las futuras generaciones para los desafíos del mañana. Es imperativo que docentes, políticos y comunidades educativas en todo el mundo consideren estos hallazgos y exploren cómo pueden adaptar y aplicar estos enfoques innovadores en sus propios contextos educativos.
Referencias
Nourani, V., Ashraf, N., & Banerjee, A. (2023). Aprendiendo a enseñar se aprende a aprender. UChicago, LSE, MIT.