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Retos de un Aula profesional de Emprendimiento (APE)

Tras el lanzamiento oficial de las Aulas Profesionales de Emprendimiento por parte del Ministerio de Educación y FP, voy a escribir una líneas sobre lo que para mí, es la clave de este recurso. Seguro que muchos de nosotros pensamos en lo afortunados que son aquellos centros que van a disponer del recurso. Pero yo me permito discrepar. La gran suerte (la buena, en términos de Álex Rovira) será la de aquellos centros y docentes que se hayan cuestionado el status quo y consideren, reflexionen y lleven a la práctica un verdadero cambio metodológico. A partir de ahí, y no antes, es donde adquiere sentido un Aula Profesional de Emprendimiento.

Por ello, y como defensor del uso de metodologías ágiles, os propongo en este post para establecer una propuesta de ruta para trabajar emprendimiento en FP.  Será en este contexto donde un Aula Profesional de Emprendimiento tiene sentido. Al margen de esta idea, existen otras formas de trabajar en un espacio de este tipo. En mi caso, trabajamos el curso de 2º de Administración y Finanzas bajo un proyecto integrado. Así, deja de tener sentido hablar de módulos profesionales para cursar un proyecto que nos permita abordar todos los resultados de aprendizaje de forma integrada. Esta segunda orientación, la desarrollaré en un post posterior.

Con respecto al itinerario que planteo, y comprobada su efectividad a lo largo de lo último años, y la realidad que estamos viviendo, me permite fijar 6 retos, de la siguiente forma. Primero, de forma visual, a través de la siguiente infografía:

Con mayor detalle, la propuesta implica:

  1. Dinámicas de Team Building, que nos permitan la formación de equipos, como forma organizativa básica de trabajo. Puedes ver algunos ejemplos en este post, sin perjuicio de un mayor desarrollo que realizaré en próximo posts. Se trata de formar equipos con diferentes perfiles, equipos fuertes, cohesionados, y sobre todo, ágiles. Pero en educación, sobre todo equilibrados.
  2. Creación de un Entorno Personal de Aprendizaje, que les permita aprender de forma autónoma en todo momento, sobre las cuestiones que consideren relevantes. En nuestro caso, esa cuestión es su proyecto, su problema, su reto, y todo lo relacionado con el mismo. Este reto no forma parte de una parte del curso, sino que se trabaja a lo largo de todo el curso de forma transversal.
  3. Design Thinking. El inicio de todo proyecto es, en general, un problema. Un problema relevante, real y de nuestro entorno. Y ahí Design Thinking es clave para entenderlo, comprenderlo, y poder ofrecer una solución innovadora que resuelva el problema. Trabajar Design Thinking y la capacidad para resolver problemas es clave hoy en día como habilidad básica. En muchos casos se plantea un proceso de Design Thinking como proyecto. Considero que es sólo una parte de un proyecto emprendedor, una parte muy importante, pero inicial.
  4. Business Design, o diseño de modelos de negocio. En esta fase pasamos de la idea al modelo de negocio, usando la propuesta de Alex Osterwalder. E muy importante saber diseñar la propuesta de valor, y si procede, haber trabajado con Océanos Azules nos ayudaría en este sentido.
  5. Lean Startup: las fase anteriores se han trabajado en el aula fundamentalmente. Llega el momento de validar, y para ello tomamos como base Desarrollo de Clientes, junto de desarrollo ágil de producto, que constituyen los pilares básicos de lo que entendemos como Lean Startup.
  6. Plan de empresa: la última fase consiste en recoger las lecciones aprendidas del proceso de validación en un documento denominado Plan de Negocios. Tiene sentido una vez que hemos validado, y conocemos de forma más certera la realidad: el arquetipo de cliente, su problema, si nuestra solución resuelve su problema, cómo contactar con él, el canal de distribución, el precio, etc. Es el contenido curricular por excelencia, pero el último en su tratamiento. Sin haber trabajado lo anterior, no podemos desarrollar un proyecto de emprendimiento innovador.

Espero que os haya servido. En próximos posts, seguiré facilitando pistas para que el trabajo de proyectos de emprendimiento o de otra índole, en una Aula Profesional de Emprendimiento sea verdaderamente efectivo.

Os leo! 😉

La ruta del alumno emprendedor en FP

Emprender exige un camino. Un ruta. Un orden. Un proceso. Desde aquí, nos animamos a proponer una ruta para el alumno emprendedor, es decir, todo alumno que cursa FP de nuestro sistema educativo.

Durante el mes de julio de 2019 estuve planificando una serie de talleres con Ángel García, Técnico al frente del vivero de empresas de Madridejos. Tenemos en mente de forma clara que es preciso formar a nuestro alumnado de FP de otra manera. Que necesariamente deben salir del sistema educativo con una serie de herramientas que les permitan enfrentarse tanto al mundo laboral como a la propia vida. Esas herramientas nos las proporcionan las nuevas metodologías que aplicamos para innovar, para trabajar en equipo, para desarrollar la creatividad, impulsar la comunicación, y en definitiva, formar a un alumno que pueda participar de forma activa ofreciendo su talento a la empresa.

De esta forma, os facilito los hitos que hemos marcado y que hemos ido siguiendo y aplicando posteriormente en aula y fuera de ella:

  1. Taller de Team Building. En este taller inicial queremos conseguir la máxima compenetración y confianza entre los miembros de cada equipo. La idea es que posteriormente puedan desplegar su máximo potencial en el proyecto a desarrollar. Más info aquí.
  2. Taller de Resolución Creativa de Problemas. Conseguidos los equipos fuertes y equilibrados, pasamos a definir un problema relevante de nuestro entorno, y aplicamos Design Thinking para la consecución de una idea innovadora. Este taller es clave, no sólo por el fin de sí mismo, sino porque además, permite adquirir un minaste necesario para poder innovar en las siguientes fases del proceso. Mas info aquí.
  3. Taller de diseño de modelos de negocio. Con la idea elegida, y estimando mercado y analizando la competencia, pasamos a definir nuestro modelo de negocio. Tratamos de que sea un modelo de negocio  innovador, sin perjuicio de ser capaces de definir varios modelos en función de lo que aprendemos sobre patrones de modelos de negocio. Esta fase termina con una análisis del entorno y financiero del modelo de negocio.
  4. Taller sobre Desarrollo de Clientes y Agile. Tras la definición del modelo de negocio, pasamos a conocer Desarrollo de Clientes; sus fases, y sobre todo, como identificar, formular y priorizar hipótesis. Es un trabajo duro, pero necesario para dar pasos más sólidos a continuación. Junto con desarrollo de clientes conocemos con mayor detalle Agile, y de forma más concreta, nos sumergimos con Scrum, en la gestión de equipos ágiles.
  5. Taller sobre validación de problema. Tras tener seleccionadas las hipótesis clave, y profundizar en el concepto del lienzo de la propuesta de valor, nos lanzamos a realizar entrevistas de problema. Se trata de validar perfil, problema y tamaño de mercado. Con las lecciones aprendidas, y con los pivotes necesarios, pasamos a la siguiente fase.
  6. Taller sobre validación de solución y diseño de experimentos. Posteriormente aprendemos cómo diseñar y llevar. a cabo experimentos. Conocemos muchos casos prácticos, y por lo tanto, una buena base para aplicarlo en nuestro proyecto.
  7. Taller sobre construcción de un MVP digital. De forma más concreta, y dados los proyectos de este curso, nos lanzamos a la construcción de un MVP digital. Un taller sumamente interesante, pero con la mirada puesta en la calle, en el contacto con el cliente, que es quién nos permitirá aprender.
  8. Taller sobre métricas, tracción y escalabilidad. Y finalizamos con un taller sobre métricas, tracción y escalabilidad. Y es que, si no mides, realmente no aprendes. Conocimos el concepto y tipos de métricas, métricas por modelos de negocio, métricas por fases, y el concepto de la métrica que importa.

Estamos muy contentos del camino seguido, de lo que hemos aprendido en los talleres, y sobre todo, en la calle, con los clientes. Pero, ¿Echas algo de menos? ¿Cómo completarías la formación? ¿Dónde crees que debemos incidir más? Danos tu punto de vista, y seguro que el proceso se enriquece.

A continuación os muestro una infografía que sintetiza el camino seguido:

Validación de clientes

Finalizamos esta entrega de 25 posts describiendo Lean Startup en Educación de forma básica. Y lo hacemos con una síntesis de validación de clientes, sin duda, otra de las claves del proceso de aprendizaje en materia de innovación.

Llega el turno Cuando comenzamos a escribir sobre Lean Startup nos marcamos un objetivo: diseñar y validar un modelo de negocio para ganar dinero con el producto/servicio que tenemos en mente.

En posts anteriores hemos visto cómo conseguir el encaje problema-solución, con la filosofía muy clara: aprender. Estamos hablando de 3 cuestiones:

  1. Entender el problema del cliente.
  2. Comprobar que nuestra solución resuelve el problema.
  3. Encaje problema-solución.

Ahora nos corresponde dar un paso más. Se le denomina validación de clientes y va orientado a conseguir el encaje producto-mercado. La idea clave: seguir aprendiendo. Pero la orientación, a la venta. Hay que conseguir vender nuestro producto/servicio. Por lo tanto, estamos hablando de 3 aspectos:

  1. Captación de clientes, y por tanto, relaciones con clientes.
  2. Canales de distribución.
  3. Fuentes de ingresos, es decir, monetizar nuestra propuesta de valor.

Eso sí, hay que entender los 3 aspectos mencionados de forma totalmente interrelacionada. Y de esta forma, si conseguimos los 3, podremos hablar del encaje producto-mercado, o lo que es lo mismo, sabemos cómo ganar dinero con nuestro modelo de negocio.

A partir de ahí tocaría lo que se denomina creación de demanda, o cómo hay que escalar.

En relación a esta parte del proceso de Customer Devopment, me gusta especialmente un post publicado en Medium: «El (Des)Encaje Producto-Mercado: Cuando tus clientes realmente te (Odian) aman«. Sumamente interesante, os va a permitir conocer con más detalle la importancia de esta fase.

Durante el nuevo curso académico, tengo pensado publicar nuevos posts para profundizar en las cuestiones tratadas en esta primera colección específica sobre Lean Startup, aplicado en el aula. Mi objetivo es tener herramientas para enfrentarnos al proceso emprendedor de nuestro alumnos, y conseguir el pleno desarrollo de sus habilidades blandas.

A continuación mostramos un mapa visual ilustrativo de este post:

Tipos de experimentos en Lean Startup

Abordamos la diversa tipología de experimentos que podemos realizar en Lean Startup, para poder validar la solución, y hacer las correspondientes iteraciones de la misma.

A la hora de validar la solución tenemos diferentes posibilidades. Vamos a recurrir a la realización de un experimento, pero antes, vamos a comentar algunas notas características de éstos:

  1. Debe contemplar una hipótesis.
  2. Debe construirse con alguna de las técnicas comentadas en el post anterior, «Herramientas de prototipado«.
  3. Tenemos que tener planficada una muestra de clientes, los denominados early adopters.
  4. Se realizará a lo largo de un sprint (aproximadamente una quincena dentro de nuestra programación).
  5. Debemos recoger una  métrica, es decir, cómo recoger la información del experimento.
  6. Debemos señalar un punto de validación, es decir, cuando daremos la hipótesis por validada o no.

Con estas ideas, podemos establecer diferentes tipos de experimentos que podemos llevar a la práctica en nuestros proyectos. Analicemos cada uno de ellos, así como una breve descripción aclaratoria. Para ello, voy a tirar de un taller que nos impartió Néstor Guerra en el Vivero de Empresas de Madridejos, sobre emprendimiento con Lean Startup:

  1. Landing page. Describe un producto/servicio con el objetivo de validar cómo encaja nuestra solución con el problema del cliente. Son fundamentales varios aspectos: conseguir que lleguen usuarios con Google Ads, o Facebook Ads. Un diseño correcto. Y el imprescindible Call to Action. 
  2. Mago de oz. Consiste en simular un servicio de forma manual para entender rápidamente al cliente.
  3. Test del conserje. Estamos realmente ante una variante del anterior, con la diferencia de que el cliente lo sabe.
  4. El test de humo. En esta caso, hablamos de un experimento para verificar si tu producto/servicio es demandado por el cliente.
  5. Test A/B. Trata de ayudar a entender, de 2 posibilidades que tengamos, cuál funciona mejor. Es clave: tener claro el punto de partida, tu hipótesis. Diferenciar los 2 casos de forma clara. Lanzar el experimento. Ver combinaciones aleatorias, y probar. Y por último, pivotar/iterar en función de la propuesta de valor que más elige el cliente.
  6. Crowdfunding. Se trata de testar a través de un canal de crowdfunding el interés de un producto antes de construirlo. es muy usado, sobre todo, en productos. Estamos realmente ante la presentación de tu producto, ya sea en vídeo, una demo, una descripción, y enseñar tu solución, y se puede hacer un prepedido.

Tan sólo hemos descrito de forma sucinta cada experimento. En posts posteriores produndizaremos en cada uno de ellos, y buscaremos su aplicación en el aula.

A continuación os muestro un mapa visual representativo de los experimentos vistos:

Como y por qué priorizar hipótesis

Una vez que hemos formulado las hipótesis de nuestro modelo de negocio, comprobamos que suele haber muchas. Está claro que no podemos probar todas. ¿Por cuál empezamos? En este post te damos pistas para priorizar las hipótesis.

En posts anteriores hemos hablado del proceso a seguir para poder realizar experimentos en el mercado. Pero la base, la materia prima de nuestro trabajo es la lista de hipótesis de trabajo.

En este sentido hemos visto cómo identificar las mejores. Después hemos dado pautas para su redacción. Ahora, con el trabajo realizo, tenemos que priorizarlas, con el fin de testear sólo aquellas más relevantes.

Para ello, vamos a seguir una serie de pasos:

  1. Establecer criterios para su priorización. En este sentido, conviene clasificarlas en base a 2 criterios: criticidad e incertidumbre.
  2. Valorar cada hipótesis de acuerdo con los criterios establecidos.
  3. Clasificar las hipótesis según valoración y criterios. De esta forma nos vamos a centrar primero en aquellas hipótesis que supongan mayor criticidad e incertidumbre. 
  4. Incluso dentro de las hipótesis selecionadas, comenzaremos con aquellas que tienen que ver con el encaje problema-solución, y dentro de éstas, con las menos costosas.

En definitiva, dentro del conjunto de suposiciones que hemos definido en el diseño de nuestro modelo de negocio, nos vamos a centrar en aquellas que sean más importantes y menos costosas. Con éstas, tratamos de aprender, y después, iremos ajustando.

Me gusta destacar la herramienta «Matriz de hipótesis» de Inventures, para trabajar este aspecto.

Para facilitar la comprensión de este post, os facilito un mapa visual que pretende servir de ayuda:

3 ideas clave para redactar hipótesis

Una vez que hemos identificado las hipótesis de trabajo toca redactarlas para que realmente podamos ser efectivos. Pero ¿cómo redactarlas? En este post, intentaremos dejarlo claro.

Otro punto clave antes de empezar el proceso de validación, es la redacción de hipótesis. En este sentido, podemos analizar 3 ideas clave con respecto a la formulación de hipótesis de nuestro modelo de negocio:

  1. En primer lugar hay que tener claro que una hipótesis de redacta sobre un entorno con incertidumbre. A veces formulamos hipótesis sobre algo cierto, y de esta forma, estamos alejándonos de nuestro objetivo. A la vez, si redactamos la hipótesis basándonos en incertidumbre, un experimento nos permitirá aprender cómo es realmente nuestro cliente.
  2. Es ideal el uso de una plantilla para la redacción de hipótesis. Así, una web de obligada referencia, que hemos citado en otras ocasiones, es la de Strategyzer. En la plataforma de formación, tiene una apartado de recursos. En el mismo, podemos encontrar muchos lienzos y plantillas, entre ellos, el de redacción de hipótesis. Te recomiendo que te des de alta y accedas a recursos de gran utilidad. La plantilla maneja 4 aspectos fundamentales de toda hipótesis: lo que creemos, el usuario final, la métrica, y el feedback a recibir.
  3. Y por último, el número de hipótesis a testear. En este sentido, son muchas las hipótesis a redactar, pero sería ideal trabajar 30-40 hipótesis de trabajo. Este número no deja de ser una media, sin perjuicio del análisis del proyecto en cuestión.

Os facilito un mapa visual que sintetiza las ideas clave de este post:

Cómo identificar las mejores hipótesis

Hemos justificado la necesidad de trabajar con hipótesis si queremos emprender innovando. No sabemos lo que es realmente cierto y o que no. Por lo que se hace necesario identificar las hipótesis clave de nuestro modelo de negocio.

Hemos avanzado en un post anterior el concepto de hipótesis. En este sentido, ampliamos el mismo añadiendo que las hipótesis son ideas o planteamientos que damos como buenos, y sobre las que descansa nuestro modelo de negocio.

Cabe destacar que las hipótesis tiene dos notas clave:

  1. Son temporales. Las hipótesis son provisionales, no son ideas que se mantienen necesariamente a lo largo del tiempo.
  2. Son nuestro foco: hay que destacar cuales de las hipótesis con clave, y después, aprender rápido, muy rápido.

En nuestro modelo de negocio, debemos hacernos preguntas tipo básicas que señala Steve Blank, como por ejemplo:

  1. ¿Quiénes son nuestros clientes y qué les motiva?
  2. ¿Cómo vamos a llegar a ellos?
  3. Nivel de engagement con ellos para que sean fans y quieran comprar nuestros productos?
  4. Acuerdos y condiciones de precios.
  5. Propuesta de valor, y tantas preguntas como queramos.

Habrá muchos lectores, sobre todo docentes y alumnos, que se pregunten que damos muchos pasos y dedicamos mucho esfuerzo a esta fase previa de trabajo. Sin embargo, no estamos haciendo más que seguir una idea que considero básica, y que tiene como referente a Einstein:

«Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez que supiera la pregunta correcta, podría resolver el problema en menos de 5 minutos»

En definitiva, vamos a dedicar tiempo y esfuerzo para hacernos las mejores preguntas, y formular las mejores hipótesis, para así, ganar en eficacia en el trabajo que desarrollemos.

Cómo trabajar hipótesis en el aula

Hemos conseguido diseñar nuestro modelo de negocio. Pero, gran parte del mismo no es más que conjetura, suposición, hipótesis. Nos toca comprobar realmente qué hay de cierto en el mismo, y sobre todo, aprender.

Como decimos, tenemos diseñado nuestro modelo de negocio. Pero todos los postits, ideas y demás, que hemos reflexionado, no dejan de ser conjeturas o suposiciones. Es nuestra idea de cada bloque. Pero la característica básica cuando estamos innovando es la incertidumbre.

En este sentido, la incertidumbre hace que no sepamos realmente si el cliente es tal y como le definimos. Ni si nuestra propuesta de valor soluciona realmente su problema. E incluso si vamos a captar clientes con los medios definidos; o incluso si va a pagar el precio definido. Realmente, gran parte de estos datos son hipótesis. 

En este sentido, una hipótesis es una afirmación sobre algo concreto. Como tal, nuestro trabajo consiste en validar esas hipótesis, saber lo que es cierto y lo que no, y de esta forma aprender.

Así, recordemos que este proceso es el denominado método científico. De tal forma que nos corresponde identificar hipótesis, diseñar experimentos, lanzar el experimento, y a través de métricas, aprender. Son las denominadas lecciones aprendidas. A partir de ahí, tendremos que decidir entre iterar o pivotar.

La idea que hay detrás de este proceso es el riesgo. Pero aclarando este aspecto, en la mayor parte de los casos no hay riesgo de producto, es decir, la tecnología, hoy en día, nos permite construirlo. Sin embargo, el factor clave es el riesgo de cliente, saber si realmente nos comprará nuestro producto/servicio.

Nos toca afrontar un proceso de trabajo muy importante con hipótesis. Estamos hablando de:

  1. Identificar hipótesis.
  2. Formular hipótesis.
  3. Priorizar hipótesis. Y a partir de ahí, lanzar el experimento, mediar y aprender, corregir y pivotar.

En próximos posts, iré profundizando en cada una de las fases, con el fin de tener la base necesaria para iniciar el proceso de Customer Development, y aplicarlo a nuestro modelo de negocio.

Para ayudar a entender mejor este post, te facilito un mapa visual ilustrativo del mismo:

5 ideas clave para entender Lean Startup

¿Cuales son los aspectos básicos bajo los que se sustenta Lean Startup? ¿podemos aplicarlo en educación? Tras analizar el fundamento, el concepto y las ideas clave, pasamos a profundizar en la base del método y cómo podemos usarlo en educación.

Hay 5 ideas clave que podemos analizar para comprender con mayor detalle qué es Lean Startup y sus bondades no sólo para la creación de startups, sino también en el ámbito educativo. Un MOOC sobre emprendimiento que tenía como ponente a Néstor Guerra, referente en esta materia, me ayudó a entenderlo de forma clara:

Paso a detallar las ideas, y su influencia en el ámbito educativo en general, y en FP en particular:

  1. El emprendedor. Son muchas las cualidades que definen a una persona emprendedora. Pero en educación, tenemos la obligación de trabajar e incentivar la iniciativa y el espíritu emprendedor de nuestro alumnado. En este sentido, de todas las cualidades destacables a un emprendedor, la actitud es la clave. No es la única, pero es la que determina que «quieras cambiar el mundo», ya sea de una persona, de un animal, o de tu comunidad. En este sentido, el planteamiento de retos por parte del profesorado es fundamental.
  2. El proceso: tan importante como tener actitud, es seguir un proceso, un proceso claro que evite el desgaste y la pérdida de tiempo y dinero. Así, el proceso básico de  «construir-medir-aprender» o la aplicación del método científico es muy importante en un contexto de incertidumbre. De esta forma, identificar  hipótesis, diseñar experimentos para detectar hechos y atender, y hacerlo de forma iterativa, constituye el proceso que seguiremos en nuestro proyecto de emprendimiento.
  3. El orden: en este ámbito, también es fundamental seguir unos pasos determinados para descubrir si tiene sentido nuestra propuesta de negocio. Estamos hablando de desarrollo de clientes, y cómo generar la posibilidad de poder tener un producto/servicio realmente bueno, innovador, pero con un modelo de negocio que se ajuste al mercado, a lo que realmente desea el cliente. En educación tener orden es fundamental para poder desarrollar habilidades de la forma más eficaz posible.
  4. La innovación: cómo en todo ámbito, también es clave evaluar, y medir lo que se hace, solo así podemos entender lo realizado. En este sentido, contabilizaremos lo que hemos aprendido, y sólo así podremos ajustarlo. Parece evidente, pero hay que recordarlo. En el aula, además, supone una fuente de motivación enorme, no sólo para el grupo de alumnos que aprende, sino también para el resto.
  5. El riesgo: un alumno emprendedor se convierte en un gestor del riesgo, de la incertidumbre. Y esto, hoy en día, no aparece en el currículo, pero es clave que se desarrolle, porque con total seguridad, nuestro alumnado, futuro trabajador, deberá enfrentase a tal empresa, tal y como ahora lo hacemos nosotros.

Para completar la información de este post, os facilito un mapa visual que sintetiza las ideas clave comentadas:

¿Por qué Lean Startup en educación?

Inicio una serie de posts con el fin de dar las pautas esenciales de qué es Lean Startup y cómo podemos aplicarlo en educación. En principio he pensado en 25 posts que suponen conocer de forma básica Lean Startup, y con los contenidos, podemos pensar cómo aplicarlo en nuestro aula.

El punto de partida es entender el modelo que vamos a aplicar a la hora de trabajar y generar modelos de negocio innovadores. En este sentido, nos podemos plantear dos posibilidades:

  1. Modelo predictivo. Modelo a usar cuando disponemos de información. Es decir, tenemos información sobre cómo es el cliente, que problema/necesidad tiene, precios, canales de distribución, tamaño de mercado, etc. Es decir, contamos con información del modelo de negocio, y nuestra misión, por lo tanto, consiste en ejecutar un modelo de negocios. Para ello, el documento básico a manejar es un plan de negocios, donde podemos establecer previsiones que permitan su comparación con la realidad, y así, poder analizar la eficacia de nuestras decisiones.
  2. Modelo adaptativo. Pero si realmente queremos innovar, no disponemos de información. No conocemos al cliente, ni su problema real, ni el grado del mismo, no conocemos precios, ni relaciones con clientes o canales de distribución. Es decir, no conocemos nada. En este caso:
    1. Se trata de buscar qué tiene sentido y qué no.
    2. Un plan de negocios no nos sirve, porque como señala Steve Blank, ningún plan de negocios sobrevive al primer cliente.
    3. No tenemos información, tenemos suposiciones. No hay hechos, sino hipótesis. En este sentido, se rata de validarlas de la forma más rápida posible.

De esta forma, Lean Startup nos ayuda a lanzar un nuevo producto/servicio al mercado, basándonos en 3 ideas eje:

  1. Aplicar la experimentación científica.
  2. Iterar con el cliente.
  3. Generar conocimiento validado.

En definitiva, se trata de buscar un modelo de negocio en un contexto de máxima incertidumbre, haciendo experimentos. La realidad es que el cliente es cada vez más indeciso, más impreciso y menos predecible. Así, gastamos poco en los primeros experimentos, y podemos comprobar qué es lo que vale y qué o vale. Obviamente, este proceso sólo puede ocurrir fuera del aula, en la calle.

A continuación os facilito un mapa visual que explica de forma gráfica este post. También puede verlo en formato time lapse, si así lo consideras:

Considero que en nuestro aula de emprendimiento, aplicar y adaptar Lean Startup es muy importante. Se trata de ofrecer una opción real y verdaderamente buena para poder innovar, y lanzar un producto/servicio nuevo al mercado. Se trata de que nuestra materia sea algo realista y por lo tanto, motivadora para nuestro alumnado.

Seguir el contenido del currículo en modo toma de decisiones y previsiones para armar un plan de negocios no es aplicable en la actualidad, si previamente no has realizado un trabajo de campo y has descubierto si realmente tus suposiciones son ciertas, o al menos, hemos conseguido transformar la incertidumbre plena en determinada certidumbre, y de esta forma poder apoyarnos en datos relativamente buenos para poder trabajar.

En este post hemos justificado por qué aplicar Lean Startup, pero, qué es exactamente Lean Startup. No te pierdas el próximo post, el que trataremos de dejar claro el concepto y sus tres ejes clave.