Cómo la experiencia de acoger a una niña saharaui puede inspirar a emprendedores del aula
El mundo del emprendimiento y la experiencia de acoger a alguien en nuestro hogar pueden parecer, a primera vista, dos realidades completamente distintas. Sin embargo, al profundizar, encontramos que ambas situaciones nos ofrecen lecciones valiosas sobre adaptabilidad, empatía, resiliencia y aprendizaje constante.
Como docente especializado en emprendimiento ágil y habiendo tenido la experiencia única de acoger a una niña saharaui, quiero compartir con otros docentes de FP innovadores las reflexiones y aprendizajes que estas dos facetas de mi vida me han brindado.
1. ¿Emprendimiento Ágil?: El emprendimiento ágil no es simplemente una moda o un término de moda; es una filosofía que se centra en la adaptación rápida a los cambios, en anticipar las necesidades del mercado y en responder de manera efectiva y eficiente. Es un enfoque que valora la flexibilidad sobre la rigidez y la respuesta rápida sobre la planificación exhaustiva. Al igual que en la acogida, donde cada día puede traer un nuevo desafío o una nueva oportunidad de aprendizaje, el emprendimiento ágil nos enseña a estar siempre preparados para adaptarnos y evolucionar.
2. Historia Personal de Acogida: Este verano, tuvimos el privilegio de acoger a Laila, una niña saharaui de 8 años. Laila, con sus ojos brillantes y su curiosidad insaciable, llegó a nuestra vida como un torbellino. Al principio, enfrentamos desafíos: desde adaptarnos a las diferencias culturales hasta superar las barreras del idioma. Pero con el tiempo, estos desafíos se transformaron en oportunidades de crecimiento mutuo. Al igual que en el emprendimiento, donde cada obstáculo puede ser una oportunidad disfrazada, la acogida me enseñó a ver las dificultades desde una perspectiva diferente.
3. Adaptabilidad y Flexibilidad: Uno de los primeros desafíos que enfrentamos con Laila fue la comida. Acostumbrada a una dieta saharaui, los platos españoles le resultaban extraños. Así que, adaptamos nuestras comidas, incorporando ingredientes y recetas que le resultaran familiares. Esta adaptabilidad es esencial en el emprendimiento. Si un producto o servicio no resuena con el público objetivo, es crucial ser lo suficientemente flexible para hacer los ajustes necesarios. Al igual que adaptar una receta, a veces es necesario pivotar una idea de negocio para encontrar el sabor correcto que el mercado demanda.
4. Trabajo en Equipo y Comunicación: A pesar de las barreras del idioma, Laila y mi familia encontramos formas creativas de comunicarnos. Desde dibujar en un papel hasta usar aplicaciones de traducción, cada día era una lección en comunicación efectiva. En el mundo del emprendimiento, la comunicación es igualmente crucial. Ya sea entre co-fundadores, con inversores o con clientes, transmitir ideas de manera clara y efectiva puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
5. Aprendizaje Continuo: Con Laila, cada día ha sido como ir de nuevo a la escuela. Aprendemos sobre su cultura, su lengua y sus tradiciones. A su vez, ella aprendió sobre la vida en España, nuestra cultura y nuestro idioma. Esta mentalidad de aprendizaje constante es vital en el emprendimiento. El mercado, la tecnología y las tendencias están en constante evolución. Los emprendedores exitosos son aquellos que mantienen una mentalidad de estudiante, siempre dispuestos a aprender y adaptarse.
6. Empatía y Comprensión: La empatía se convirtió en nuestra brújula. Entender las emociones y sentimientos de Laila, ponernos en su lugar y ver el mundo a través de sus ojos, fue esencial para construir una relación de confianza. En el mundo empresarial, la empatía hacia los clientes y usuarios es igualmente crucial. Al comprender sus necesidades, deseos y preocupaciones, podemos crear productos y servicios que realmente resuenen con ellos.
7. Resiliencia y Superación: Laila nos enseñó de forma muy clara lo que significa ser resiliente. A pesar de estar lejos de su familia y enfrentarse a un entorno completamente nuevo, mostró una fortaleza y una capacidad de adaptación asombrosas. En el emprendimiento, la resiliencia es igualmente esencial. Los rechazos, los fracasos y los obstáculos son parte del viaje. Sin embargo, es la capacidad de levantarse después de cada caída lo que define a un emprendedor exitoso.
Al reflexionar sobre nuestra experiencia con Laila y mi trayectoria en el emprendimiento ágil, me doy cuenta de que, aunque parezcan mundos diferentes, comparten muchas lecciones valiosas. Ambos me han enseñado la importancia de la adaptabilidad, la empatía, la resiliencia y el aprendizaje constante. Ambos me han mostrado que, frente a los desafíos, hay oportunidades disfrazadas esperando ser descubiertas.
Para los docentes de FP innovadores, estas lecciones son invaluables. Al incorporar estos principios en el aula, podemos preparar a nuestros estudiantes no solo para ser profesionales exitosos, sino también para ser individuos comprensivos, adaptables y resilientes.
En última instancia, tanto la acogida como el emprendimiento son viajes de descubrimiento y crecimiento. Nos desafían, nos empujan fuera de nuestra zona de confort y nos enseñan a ver el mundo desde una perspectiva más amplia. Y en ese proceso, descubrimos no solo sobre el mundo que nos rodea, sino también sobre nosotros mismos.