¡MANOS ARRIBA! ESTO ES UN BANCO

Hoy le toca el turno a un tema que genera debate y crítica general: la actuación de las entidades financieras con los clientes. Y digo que es general porque todos, en mayor o menor medida, nos hemos visto implicados en alguna situación, que al menos, genera duda por parte de los bancos. Pero vayamos a ello…

En esta conferencia se han explicado diferentes estafas que pueden generar los bancos a sus clientes, estafas, todas ellas, basadas en hechos reales, por muy crudo que parezca. La conferencia ha sido a cargo de Ana Belén Redondo, alumna del ciclo formativo.

Para comenzar, hay que decir que la banca es necesaria dentro de nuestro sistema, ya que incrementan el PIB al financiar a familias y empresas. Pero queda comprobado que pueden hacer perder dinero a sus clientes.

Las estafas tienen un denominador común: en banca, no hay amigos, sino clientes. En el caso concreto del asesoramiento de la venta de un negocio, se decantan por la creación de una SICAV, por su baja tributación, de tal manera, que, como por arte de magia, de tener dinero de la venta de un negocio pasamos a no sólo quedarse sin dinero sino que también te endeudas. ¡Gran recomendación!

Critica la actuación de los analistas auditores, de las empresas de rating, y de «otras gentes del montón», por sus actuaciones un tanto dudosas, o no tanto: emitir certificados falsos sobre la entidad en materia de solvencia económica.

Trata el famoso caso de las preferentes: lanzadas en medio de la crisis, prometían alta rentabilidad durante los 3 primeros años, y luego desciende. Lo que no se sabía es que esa rentabilidad se daba si la empresa obtenía altos beneficios. Además quedaban comprometidos de por vida, y si se vendían incurrirían en pérdidas del 50%. ¡Todo un regalo, en producto financiero, y en asesoramiento!

Es impactante cómo se asesora en función de las necesidades de cada cliente: «este producto le interesa porque sí».

También hay que mencionar que los inversores también somos en parte responsables, ya que apenas negociamos las condiciones, no leemos la letra pequeña, sólo nos acordamos de ella cuando la cosa sale mal, y además hay muy poca cultura financiera en los clientes.

Por último finaliza con un decálogo para no ser esquilmado por las entidades financieras.

Puedes leer el resumen realizado por Ana Belén Redondo en el siguiente link. Además, puedes acceder a la presentación utilizada.